jueves, 4 de julio de 2013

REQUIEM POR LA ÚLTIMA CASA DE QUINTANILLEJA


Pared derrumbada
El otro día, desde la carretera, me fijé en la única casa que se mantenía en pie en Quintanilleja y me pareció ver que se había caído la pared del costado que pega a Cerezo. La casa había pertenecido a la familia  de Moisés hasta hace poco que la vendieron. 
Entré y comprobé que la pared estaba totalmente caída, además de que el tejado está hecho polvo así que el resto de la casa se irá hundiendo en un pis pas. El tejado ya estaba mal el verano pasado y las lluvias de este invierno han hecho el resto.
La verdad es que es una pena. Desde 1963 que el último vecino abandonó Quintanilleja, las pocas casas, corrales y molinos que aún estaban en pie fueron desapareciendo poco a poco. 
Es normal que después del abandono desapareciese todo, aunque penoso resulta comprobar como hemos ido perdiendo nuestro patrimonio. No hemos conseguido mantener en pie ninguna de nuestras muchas ermitas, ni las dos iglesias del Castillo y hubiese sido una buena idea haber conservado la iglesia de Quintanilleja, pero bueno, habría sido mucho pedir.
Este año, con todo lo que ha llovido, la naturaleza está exuberante. La maleza se ha adueñado de los pocos restos que quedan en el antiguo poblado. Fui a hacer una foto a los restos de la casa de mi abuela y no se apreciaba ni una piedra. En fin, es triste comprobar los estragos que provoca el abandono y ver como lugares tan queridos y que tantos recuerdos me traen van desapareciendo de la faz de la tierra.


Restos de la iglesia y del Cementerio
Vista de la casa y los corrales
Vista de la casa por detrás
Vista de la cuesta




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