domingo, 2 de septiembre de 2012

BALANCE DE LAS FIESTAS 2012

Con la perspectiva que dan estos días,  y con el cuerpo descansado, es hora de hacer un balance de las pasadas fiestas.
Ponerme en el lugar de cada persona que ha estado esta casi semana grande en Cerezo es imposible. Así que voy a dar mi opinión y a escribir algunas apreciaciones que se  me han ocurrido.
Es difícil poner una nota del 1 al 10 y más, si como algunos, nos dedicamos a comparar las fiestas de un pueblo de 600 habitantes con localidades mucho más grandes. Está claro que salimos perdiendo siempre por goleada. Nuestros fuegos no se pueden comparar con los de San Sebastián, ni nuestro desfiles de peñas con el de Miranda, o nuestra Salve y ofrenda de flores con la del Pilar de Zaragoza, y así podríamos ir enumerando todos nuestros festejos. Yo pienso que tenemos que juzgar con perspectiva y partiendo de lo que somos y de lo podemos tener. Además, tenemos la ventaja de que como somos un pueblo, podemos participar de todo, y todo no pilla cerca.
En un par de comentarios anónimos que me han llegado ponía en un lenguaje de esos modernos que las fiestas eran una KK, supongo que querían decir que eran una M. Yo, consciente de que hay bastantes cosas  que no me gustan y otras que podían mejorarse notablemente, creo que esta apreciación es muy injusta, aunque como he dicho antes, es mi opinión, y cada uno puede tener la suya, faltaría más.
Lo que no podemos negar es que algunos de los actos han sido muy mediáticos y que han trascendido más allá de nuestras lindes. Estos días en Santo Domingo, mucha gente que sabe que soy de Cerezo, ya me han dicho: menudas fiestas las de tu pueblo, habéis traído a Jesulín, a los Chunguitos y a Goñi.
Habrá mucha gente que no le guste ninguna de las tres cosas. A mí, de las tres, solamente me gusta la pelota, y la goce con el partido que se cascó Goñi. Ahora, nadie puede discutir que la noche que actuaron los Chunguitos, Cerezo se puso de gente hasta la bandera, y que la plaza con Jesulín no se llenó porque era cara y estamos en crisis. Así que, las figuras mediáticas, aunque pasadas en años, atraen al personal.
Podremos discutir el componente ético y moral de gastar el dinero que se gastan los Ayuntamientos en festejos. Si yo tuviese mando no gastaría un euro y lo guardaría para otros menesteres. Pero claro, no duraría un día en el Ayuntamiento. El gasto ha sido similar al del año pasado. Y ya que se gasta y se traen cosas, pues a disfrutar de ellas, cada uno de las que más le gusten.
El ambiente yo creo que ha sido bueno, en algunos momentos podía haber más gente, supongo que sí. De todas maneras en algunos pueblos tienen la costumbre de cuando termina  de cenar salen todos a la plaza. Nosotros hacemos unas sobremesas bien largas. Y las peñas, pues lo mismo, tienen sus chamizos y aparecen por la Plaza cuando les apetece. Cada pueblo es como es y tiene lo que quiere tener.
Quitando las madrugadas, la noche no es para mí, he participado en casi todas las actividades, aunque adaptándome a mis años. Y aunque las fiestas me gustan lo justo y me cansan mucho, me lo he pasado bastante bien, y en algunos momentos muy bien.
Amén de las comidas familiares, las cenas con la cuadrilla en la bodega de Tomás, algunos actos religiosos, el partido de pelota, los fuegos artificiales... creo que mi mejor momento en estas fiestas fue el rato que pasamos persiguiendo a los mariachis por la acera y los bares.Yo, que soy un gran aficionado a las mejicanas, me lo pase como los indios.
Aunque sigo pensando que el hecho de que haya muchas cosas o pocas, lo más importante es la actitud. Si está dispuesto a pasarlo bien, disfrutas con cualquier cosa.
Lo que nadie, ni el más exigente puede discutir, es que hemos tenido un tiempo espléndido, lo cual ha favorecido que la gente haya salido más a la calle y que las verbenas hayan estado más concurridas que otros años.



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