martes, 1 de noviembre de 2011

DÍA DE LA CALAVERA O JALOVÍN


Vista del Cementerio. Al fondo vista de Cerezo.
Grupo de mujeres saliendo del Cementerio después de poner las flores a sus familiares difuntos
El puente de Los Santos es otra de las fechas señaladísimas en el calendario de Cerezo y de otros tantos pueblos. Encima ha venido acompañado de una climatología espectacular. El verano se resiste a marcharse y nos ha hecho unos días estupendos. La noche era un poco más fresquilla, pero durante el día han predominado unas temperaturas estupendas. Aunque nunca llueve a gusto de todos, en este caso no llueve nada, y eso a los labradores les tiene preocupados. La noche de los difuntos cayeron siete litros, que no es mucho, pero menos da una piedra. 
El pueblo se ha llenado de gente y ha sido constante el trasiego al cementerio para arreglar, limpiar y poner unas flores en las tumbas de sus familiares fallecidos. El Cementerio ha estado abierto todos estos días, y los arreglos que ha hecho el Ayuntamiento han mejorado mucho su aspecto. El paseo de cemento, el pintado de las paredes, la fuente y la piedrecillas que cubrieron todo el suelo que impide que nazcan las malas hierbas y ayuda a mantener con un buen aspecto todo el entorno.
Ventana de la Escuela con imágenes del día
Los niños de la Escuela se adelantaron a todos y el viernes celebraron el Jalovín con sus maestros. Disfraces, calabazas, esqueletos, brujas, gatos y otros elementos fantasmagóricos rellenaron los cristales de la escuela.
Y llegó el día tan esperado por la chavalería: la Noche delos Difuntos. Y aquí es donde nuestra antiquísima fiesta de La Calavera, que durante tantos años se mantuvo viva, ha sido derrotada en toda regla por la fiesta que los irlandeses llevaron a Estados Unidos y que estos, como han hecho con otras muchas de sus costumbres, lo han extendido como la pólvora por buena parte del mundo.
Foto de Silvia. Grupo de chavales con sus disfraces

Foto de Silvia. Grupo de mozalbetes con la calabaza. Solo les falta la caja de puros para pedir dinero.

Foto de Menchu. Grupo de jalovienses.

Foto de Menchu. Grupo de chavales en el Frontón

Foto de Menchu. Algunos mayores se apuntaron a la fiesta

Los chavales pidiendo por las casas.

Otro grupo de disfrazados
Pequeño vampiro con su calabaza
Esta noche, apoyados en la buena temperatura, las diferentes cuadrillas de niños que estos días estaban en el pueblo han tomado las calles del pueblo. La mayoría de ellos aparecen con sus  calabazas, bastante más llevadera que la de Marcelino que pesa unos 50 kilos, disfraces y perfectamente maquillados. Una vez preparados se lanzan con sus cajas a pedir dinero por todo el pueblo. El sonsonete de “dinero para la calabaza” ha sustituido al desfasado “dinero para la calavera”. Vemos que lo del pedir el dinerillo es lo único que ha permanecido en pie de la antigua fiesta. Los chavales, que son muy listos, han cogido lo bueno de las dos tradiciones, los disfraces y la parafernalia estadounidense y las perrillas cerezanas.
El día 1, Día de Los Santos, el trasiego al Cementerio aumenta y eso que este año la misa se ha celebrado en la iglesia y no como en otros años que se hacía en el propio cementerio.

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