El jueves 11 de agosto la Cope colgó el ramo y podemos decir que oficialmente se ha acabado la cosecha del cereal en Cerezo.
Ha sido una cosecha larga y complicada debido al mal tiempo que nos ha acompañado todo este verano. Se empezó pronto, allá por vísperas de San Juan, y aunque muchos terminaron a primeros de agosto, otros lo han alargado hasta bien entrado el mes.
Las condiciones tampoco han sido las ideales ya que buena parte de los día se ha recogido el cereal con bastante humedad, con los problemas que ello acarrea, pero no se han oído lamentos, así que todo habrá ido relativamente bien.
Preguntar a los labradores qué tal ha ido el año es como hacerlo con los pescadores o cazadores, de lo que te cuentan unos a lo que te dicen otros puede resultar que la misma temporada ha sido muy buena, vaya o regularcita, mala pareces ser que no ha sido para nadie, de lo cual nos alegramos.
Podemos decir que el año ha sido bastante bueno, aunque se ha notado bastante la fincas que fueron tratadas adecuadamente en su tiempo, aunque ahora tienen que calcular si los gastos que hubo compensa con los kilos demás que se han obtenido.
Resumiendo, y mientras los precios se mantengan dentro de los niveles actuales, nuestros labradores podrán dar bien las gracias a Nuestra Virgen de la Antigua, y tomarse unos vermús bien a gusto el día de la patrona, y otros días también si quieren, claro.
Como curiosidad hemos podido observar que las típicas cebadas y trigos se complementan con otros productos: guisantes sequeros, adormidera o planta del opio y los girasoles, aunque estos los dejamos para cosechar más tarde. Aunque indudablemente el producto rey es el trigo.
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