|
Cuadrilla de desmontadores. |
Ya hemos hablado, felicitado, fotografiado y dado los parabienes correspondientes a todo el elenco de actores, actrices y director de nuestra obra de teatro.
De justicia es hacer un homenaje al resto de personas que desde otros aspecto hacen posible que todo llegue a buen fin.
Empecemos por el personal del Jardín del Mesón. En la dirección técnica, Luis, un poco nerviosillo por la responsabilidad y por las circunstancias acaecidas en días anteriores, pero con una gran profesionalidad y con una capacidad de trabajo incansable. Como ayudantes fijos y callados y siempre dando el callo: Santos, un servidor, Félix, y con la colaboración de los cañoneros: Justi y Guzmán.
Gracias a Fernando por volver a ocupar su cargo de regidor general a pesar de las circunstancias familiares. Su presencia fue un alivio para todo el equipo.
El equipo de trabajos forzados ha sido variado y posiblemente me deje a alguno, pero considero de justicia señalar a unos cuantos. El incombustible Amado, alma mater del grupo y omnipresente en todo momento. Vilda, Marce, Frutos, Luis, Roberto, Fede, David, Delfín y algún otro u otra que han echado una manita, y las dos, que siempre ha sido de agradecer. Si me dejo alguno o alguna, lo siento y gracias igualmente. En esta faceta recordar que nuestro director, Gamarra, también ha estado dando el callo en todo momento como el que más.
La labor de Ramiro, su pala, tractor, remolque y poderío físico han sido de una ayuda inestimable. Además de los diferentes elementos escénicos que ha aportado.
La Mónica de Luis, acompañada de la Pili la de César, dejaron con sus maquillajes a todos/as hechos unos pimpollos.
La Gema, fotógrafa oficial del grupo no paró de tirar fotos a diestro y siniestro. También andaba por allí Koldo tirando de cámara. Seguro que entre los dos no quedó ningún ángulo sin cubrir.
Y una especial mención a los dueños de las dos lonjas, que en estos seis años, con total y absoluto desinterés nos las han cedido para que las utilizásemos con total libertad. No hace falta resaltar lo bien que nos han venido. Alfonso y Marisol, Julio y sus dos hijas Constan y Juli no solo nos han dejado la llave o mando de sus lonjas, también han puesto a nuestra disposición todo lo que podíamos necesitar y de lo que ellos disponían. Y qué decir del trato de Constan y Juli a los técnicos del Jardín, comida, bebida, que si queréis más, que si os traigo esto, que si lo otro, que poco me coméis… en fin una maravilla. Hablando de maravillas, la codorniz que me comí en su bodega el último día después de la función estaba tremenda, con ese toque de picantito que tanto nos gusta por estos territorios.
Pero muchas veces el trabajo recibe su recompensa, y si no que se lo digan a los currantes que vamos a llevar las gradas de vuelta a Miranda. Terminada la faena, nos vamos al rancho de Gonzalo, y allí, él y su mujer Isabel nos ofrecen un almuerzo, que más que almuerzo es comida con café copa y puro. ¡Qué buen rato nos tiramos!
En esta faceta agradecer al Ayuntamiento de Miranda que nos deja las gradas, al Ayuntamiento de Cerezo que paga los portes y a los Zaras, que trabajan como el que más cargando y descargando el camión. Por cierto Roberto, los huevos frito, el choricillo y demás comidas estaba buenísimo.
Desde mi humilde tribuna, mis más sinceras felicitaciones a todos porque sois lo mejor de lo mejor.