jueves, 24 de abril de 2014

PASEO PRIMAVERAL POR EL CASTILLO

Vista desde el Camino al Castillo
A media tarde de Viernes Santos, como hacía un día espectacular, nos subimos al Castillo a dar un paseo y gozar de las vistas y de la tranquilidad del ambiente.
Tranquilidad no había mucha ya que estaba muy concurrido. Muchos habían tenido la misma idea y entre paseantes y perros estaba la zona bastante poblada, pero sin problemas, hay sitio para todos.
Las vistas sí que eran espectaculares. La mezcla de verdes del trigo y de la cebada,  el fondo de la Sierra de la Demanda, con su laderas aún con un poco de nieve, y mezclado con el amarillo de las flores de la colza ofrecían una estampa preciosa. 
Lo que nos llamó la atención fue lo limpio que estaba el suelo, con la hierba a una altura ideal y sin un matojo ni una mala hierba. Después Miguel Ángel nos hizo caer en la cuenta que desde que andan las ovejas por ahí no dejan crecer ni un matojo. Esas sí que son un buen cortacésped.
Por cierto las ovejas andaban por el repetidor y aunque animaban el paisaje no nos acercamos mucho ya que había un par de perrazos que no animaban a arrimarse.
Pero lamentablemente no todo era idílico. Cada invierno quedan menos piedras en pie. Pequeños derrumbes van minando las escasas ruinas que nos van quedando y parece que esto es irreversible.
Por contra el Cementerio Viejo ofrecía un aspecto limpio y cuidado y con unas cuantas tumbas y cruces recuperadas.
Pero en lo que todos los que subimos estamos de acuerdo es que es un placer pasear por el Castillo.





Una de las hermosas ventanas de las Casa de los Curas a punto de derrumbarse.
Calle Principal del Castillo. No ha agarrado ningún ciruelo chino.
Base de la chimenea del horno semirrupestre.






Al fondo la muralla norte. Debajo o la nevera.
Rebaño de ovejas pastando cerca del repetidor.
Nuevo aspecto de la novel platanera

Restos de la muralla sur del Castillo


Ya no podremos hacernos fotos en el agujero que había en esta pared y que daba tanto juego.

Cueva debajo de la Iglesia de La Llana
Piedras amontonadas al pie de la iglesia

Interior de la iglesia de Villalba
Torre del Reloj con las piedras que se pusieron en su día para arreglos. Aquellos tiempos pasaron a mejor vida y ahí están abandonadas.


Aspecto del Cementerio Viejo




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