BODA OJA-TIRÓN

Catedral de Santo Domingo

Nuria y Fernando en el Altar Mayor

Nuria y Fernando ante el Mausoleo del Santo

Esta tarde, unos cuantos kilómetros más arriba de Ciuri, lugar donde desemboca el Oja en el Tirón, se han unido figuradamente en Santo Domingo, el Oja y el Tirón. Y digo figuradamente en dos sentidos. En el primero porque difícilmente pueden juntarse las aguas del Tirón y del Oja en Santo Domingo ya que el Oja lleva unos cuantos meses seco,  como cuenta el dicho: El Oja pasa cuando se le antoja. El segundo sentido es el que nos toca, esta tarde, en la Iglesia Catedral de Santo Domingo se han casado Nuria, de Santo Domingo, y Fernando, de Cerezo.
Aunque no estaba invitado he participado de la boda ya que el Coro de Cerezo, del que formo parte, estaba invitado a cantar en el acto. Nos colocamos en una capilla lateral bajo el maravilloso retablo de Damiant Forment, y desde allí fuimos desgranando las canciones que habíamos preparado.

Gallinero con el gallo y la gallina

La boda estuvo muy bien. Presidida por un primo cura del novio, ayudado por un tío del novio y un familiar de la novia, y animados por el canto del gallo de la catedral que suele hacerse presente en este tipo de actos.

Los novios a la salida de la catedral

Terminada  la ceremonia, en la puerta, los amigos y familiares recibieron a los novios con el lanzamiento del típico arroz,  pétalos de flores y serpentinas. Fotografías a discreción, y a hacer tiempo hasta la hora de cenar, cena que se iba a celebrar en el Corregidor. Daba gusto ver a tantos jóvenes cerezanos ataviados con sus mejores trapitos.
Enhorabuena a los novios y que les vaya estupendamente.