25 de septiembre de 2020
Ya hace varios años que arreglaron el puente romano y quedaba por hacer el acondicionamiento del royo, aguas abajo. Se hizo un primer amago con la construcción de una superescalera, paseos y tomas de agua. Todo eso se quedó empantanado durante un tiempo. En este segundo intento se deshizo todo y, tras unas accidentas y largas obras, se han hecho unas gradas aprovechando el ribazo y un un trozo del jardín del Mesón. Quién las hubiera pillado cuando hicimos las obras de San Vitores. El trabajo que nos habriamos ahorrado.El resultado final está bastante bien pero vuelve a estar todo parado. Aún queda acondicionar el resto del entorno. Esperemos que no ocurra como en el primer intento y que podamos ver un espacio adecuado a la categoría de nuestro antiguo puente.
Me alegro mucho de las obras realizadas en el pueblo de mi difunto padre, Leopoldo Riaño
ResponderEliminarMiera. A ver si esta Pandemia nos permite algún día visitarlas y disfrutarlas en compañía de familiares y amigos.