No quedó ni rastro de las patatas |
El barrio de Sorribas volvió a dejar bien alto el pabellón y, todos los vecinos y vecinas voluntarias pusieron buen empeño en preparar los 350 kilos de patatas y 60 de chorizo.
El trabajo mereció la pena y la parte oeste del Parque presentaba un ambiente excelente, con mucha gente que dio buena cuenta de todas las patatas, que estaban estupendas, y eso que a mí engañaron un poco, ya que me dijeron que las mías eran picantes, y picar, picaban poco, pero estaban buenísimas. No quedó nada de nada.
Lo peor, un año más, el vino que desmerece bastante del resto de productos.
Enhorabuena a la organización y voluntarios. Perfecto.
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