Rosario de la Aurora |
La pertinaz lluvia nos dio una tregua por la mañana por lo cual unos pocos madrugadores hicimos sin problemas la Procesión del Rosario de la Aurora. Sin problemas y rápid, ya que llegamos echando leches a la iglesia y tuvimos que terminar el Rosario ya en la misma.
La Virgen está un poco ladeada. Hay que equilibrar esas costaleras. |
El Ciomo va más nivelado |
La Virgen sigue ladeadita. |
"El Ciomo" es mi imagen preferida. |
La Procesión llega a la iglesia. |
Pero el tiempo no iba a mejorar. A eso de las dos de la tarde empezó a llover con ganas y así estuvo buena parte de la tarde.
A las ocho y media se celebró la Vigilia Pascual con el encendido del Cirio Pascual y la bendición del agua.
Yo cambie la iglesia por los bares y estuve tomando unos vinos con los amigos hasta que se hizo la hora cenar.
Desde tiempo inmemorial nuestra cuadrilla se junta para cenar en esta noche mágica. Nos juntamos en la bodega de Gamarra y cambiamos el bacalao por el chorizo, la morcilla, la careta y las chuletas. Luis nos preparó unas amanitas ponderosas que se dejaban comer. Tras una larga y agradable cena seguimos con una sobremesa igual de agradable y cuando nos dan las dos, nos acordamos de que hay que cambiar la hora del reloj. Es el momento de echar unos cánticos. Mauro coge la guitarra y empezamos el canturreo. Así, entre copa y copa, ella, noches de boda y otras más de nuestro largo repertorio terminamos la larga velada. También hemos descubierto que al caballo prieto azabache de Guzmán en vez pegarle tres balazos de mauser le pegaron dos. Siempre aprenderás algo nuevo.
Volvemos al pueblo y nos detenemos a contemplar el embravecido Tirón. Su rugido característico no deja de ser algo inquietante.
Cruzamos la acera de los bares donde se aprecia un buen ambiente y tiramos para casa a dormir, que ya es hora.
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