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| Buitres sobrevolando el Gurugú |
Esta ventosa mañana del 29 de diciembre al ir a por unos puerros a La Era he contemplado una escena bien bonita, un grupo de buitres revoloteando encima de la cueva del Gurugú. Supongo que habría algún animal muerto en la zona. Lamentablemente ya no es una escena habitual, al haber desaparecido del mapa cerezano la diversidad de animales con los que contaba en mis años de chaval.
Tan habitual era la presencia del buitre en aquella época que uno de los entretenimientos de la chavalería era bajar a la orilla del río cerca de Recuércedes, lugar donde se solían tirar los animales muertos, a contemplar admirados la rapidez con la que devoraban el cadáver estas preciosas aves. Algo malos también éramos y nos reíamos cunado después de llenar la tripa les costaba un triunfo empezar a volar. Incluso alguna vez los más osados les cogían entre dos, cada uno de un ala y les llevaban durante un rato, eran tan grandes que abiertas las alas ocupaban buena parte del camino del Manzano, el tramo que va por encima del río hasta Recuércedes.
Yo creo que criaban en los escarpados de la cuesta Soto, pero este dato lo tendré que consultar con los entendidos. Yo solo me dedicaba a mirar, y de lejos, que siempre he sido algo cagalera.
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