El 17 de agosto a mediodía me enteré por casualidad que teníamos bautizo. Al subir a casa, vi en casa de Jesús Mari gente trajeada a deshora. Olía a fiesta familiar.
Resulta que estaban de bautizo de la benjamina de la familia. Irene, toda guapa ella fue la protagonista de su primer acto como nueva cristiana. Y por cierto, se portó estupendamente.
Después del acto, los padrinos repartieron entre los chavales las avaricias de costumbre.
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