La noche de San Juan se celebra en buena parte del territorio español. Pocos sitios habrá en los que las hogueras no se conviertan en protagonistas de la noche. Cerezo no podía ser menos. Toda la vida hemos celebrado esta fecha tan señalada aunque de diversas maneras a lo largo de los años. En los años cincuenta del pasado siglo las cuadrillas de jóvenes hacían arcos adornados y el más bonito se colgaba en el balcón de la casa de Isaac. Era una noche festiva y los músicos tocaban en la verbena. A mí me suena que cuando era chaval y mocete se hacían hogueras en algunos barrios, pero habrá que contrastar los datos.
De lo que no hay duda es de que la fiesta dio un giro total cuando hace 25 años surgió la Asociación de Mujeres. Nuestras chicas cogieron está fiesta como suya propia y revolucionaron el evento. Aprovechan estas fechas para celebrar sus fiesta y como traca final hacen participes a todo el pueblo de las actividades propias de la noche de San Juan.
Este año ha sido algo especial ya que celebraban su veinticinco aniversario.
La tarde empezó con una obra de teatro en el Frontón. El Grupo Teatral de Quintanapalla nos ofreció unas estampas burgalesas. No podía faltar los símbolos más destacados como son el Camino de Santiago, la catedral, El Cid, Atapuerca y un personaje que yo no conocía: Diego Martín Aguilera fue el precursor del vuelo sin motor. Con un artilugio hecho por él y el herrero del pueblo se lanzó desde el castillo de Coruña del Conde y voló unos 360 metros aterrizando al otro lado del río.
Terminada la obra nos fuimos a los bares a disfrutar de la roja. Victoria con la gorra a los del guiñol plus y a cenar. Las mujeres a La Italiana y los demás a casa.
A las 12 y poco salieron del restaurante y acompañados de la charanga bajamos a Villarrica a encender la hoguera. Como era sábado e hizo una noche excelente había mucha animación. La hoguera se encendió sin problemas y mientras se consumía el fuego la charanga animaba el cotarro. No faltaron los bailes, el corro alrededor del fuego, las canciones típicas del día, y por supuesto el chocolate que no falte. Estaba bueno, para mi gusto pecaba un poco de dulce.
La fiesta continúa, y cuando la hoguera se va apagando los más valientes se animan a saltar por encima del fuego. Yo también saltó pero como no estoy para muchos trotes me conformo con saltar un par de astillitas.
A la una y pico me voy a la cama y la fiesta sigue hasta las dos y pico.
Una tarde- noche excelente.
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La juventud con la roja |
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Estampas burgalesas. Grupo de Teatro de Quintanapalla |
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Vamos a Villarrica |
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Encendemos la hoguera |
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Va cogiendo fuerza |
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La alegría que no falte |
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Al rico chocolate |
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Gracias y enhorabuena a nuestras chicas |
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Añadir leyenda |
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Vueltas a la hoguera |
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Hay que cumplir |
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Hay |
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El mejor saltador |
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Un descansito |
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