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Diego con su ramo |
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Manuel y su elegante ramo bien adornado |
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Raúl y Guille con sus ramos caseros bien cargaditos. |
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La abuela y la nieta encantadas de la vida. |
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Abuelas y nietos esperando la bendición de los ramos. |
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Mi sobrina disfrutando de las chucherías en la Procesión |
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Marcos tiene tan cargado el ramo que se le dobla. |
La Semana Santa cerezana comienza con la festividad de Domingo de Ramos. Estreno unos calcetines negros para seguir las buenas tradiciones. Soy un poco supersticioso y como el refrán dice: "Domingo de Ramos, el que no estrena no saca mano", pues eso, estrenamos algo y ya tenemos la fortuna asegurada.
La Procesión de los ramos estuvo bastante concurrida. Hubo bastantes niños y algunos de ellos sacaron las palmas de esas bonitas que se compran en las tiendas, aunque la mayoría cogieron una ramita aparente de laurel o de olivo, la adornan con las chucherías y rosquillas que exige la ocasión y a procesionar. Una vez que el cura bendice los ramos ya se puede empezar a comer las chuches y los chavales se emplean a fondo. Lara me da una rosquilla y aunque no es casera está bien buena.
Después de la procesión celebramos la misa cantada donde destaca la lectura de la Pasión del Señor con Chavarri, Don Resti y Marta de lectores.
Nos llevamos el ramo bendecido a casa y le colgamos del balcón para que nos proteja la casa.
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