Esta vez el protagonista ha sido el arco
de la Llana con
su traslado desde el Paseo de la
Isla hasta el exmonasterio de San Juan.
San Vitores, como no podía ser menos,
ocupa una porción destacada.
Y los artículos habituales: noticias con
sus ecos de sociedad, reportajes fotográficos, colaboraciones varias de
personas que han querido poner su granito de arena. Ya sabéis que la revista
está abierta a todo aquel que quiera participar.
A los colaboradores que llevamos muchos
años colaborando se nos han unido esta vez Vilda con un escrito con el ayudante
de San Vitores como protagonista, Marce con un buen, completo y desolador
reportaje sobre la evolución de la población de Cerezo y su comarca a lo largo
de estos últimos años. Chus, otra de las habituales, nos habla de los Reizabal
y nos ofrece una entrevista a los dos curas del pueblo y de la comarca;
los quintos, el poema de Ismael, dedicado este año al traslado del arco, Leiva
en el Convento, planos de la obra del Royo, etc...
Mi amigo Mauro aunque empezó a colaborar
tarde lo ha cogido gusto y nos ha deleitado con tres artículos: fotografías con
historia, uno de sus habituales y preciosos cuentos con Cerezo de fondo y un estupendo
artículo sobre Miguel Hernández.
En fin, la revista sigue manteniendo su
gran nivel de contenido y de maquetación ya que quedan muy chulas.
Felicitémonos todos los que echamos
y aquí estamos mientras dure.
Por cierto, Amado ya tiene el maletero del
coche convertido en el punto de reparto de la revista. En pocos días las
reparte todas.
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