Traslado del Santísimo a su nuevo altar |
2 de abril de 2015
El tiempo acompaña y Cerezo se llena un años más de de gente que aprovecha estas fiestas para unos días en el pueblo.
A las siete comienza la misa del Señor. Recordamos el refrán de: tres jueves hay en el año que relumbran como el sol: Jueves Santo, Corpus Cristi y el Día de la Ascensión. A los otros dos jueves los nuevos tiempos no les ha ido demasiado bien y se han trasladado a los domingos más próximos. Jueves Santo sigue manteniendo el tipo.
Este año Raúl se ocupa de dirigir los oficios religiosos por lo que no hay ni prisas ni incertidumbres y todo se desarrolla dentro de la normalidad. La misa termina con el traslado de Santísimo a su nuevo sagrario colocado en el Altar de la Inmaculada bajo palio y con los sones del Pange Lingua.
No hubo lavado de pies.
Bajamos a la carretera y pasamos por el Ayuntamiento para probar la limonada, está buena, pero nada que ver con la que ha hecho mi madre.
Después nos tomamos unos vinos en los concurridos bares no sin antes saludar a los primos y amigos que no hemos visto en todo el invierno.
Terminamos la jornada cenando con la cuadrilla en La Italiana rodeados de unas cuantas cuadrillas de jóvenes.
Raúl presidiendo la Misa |
Nuevo Altar |
Reparto de la limonada en el Ayuntamiento |
¡Qué bueno está! |
Este año hemos tenido hasta churrería |
De cena con la cuadrilla en La Italiana |
Cuadrillas de jóvenes de cena |
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