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Iñaki Sagredo sobre los restos del Castillo |
27 de diciembre de 2014
Para los que nos gustan estas historias la jornada prometía.y los buenos augurios se cumplieron con creces. A las once y cuarto acudimos al Ayuntamiento a la charla que nos iba a dar el experto en castillos Iñaki Sagredo. Tuvimos unos problemillas ya que no había cañón para proyectar las imágenes que el ponente tenía preparadas, pero como él nos indicó, lo suplimos con imaginación. Esa imaginación voló sobre el desarrollo histórico de Cerezo hasta la época de la construcción del castillo, y allí se detuvo explicando como pudo ser la fortaleza cerezana, tan importante en su época. Aunque la idea principal que nos quiso transmitir era la de trabajar para poder recuperar poco a poco los restos del castillo. La participación no es que fuese muy numerosa pero tampoco estuvo mal para lo que acostumbran acudir a estos eventos. Veinticinco conté.
La segunda parte de la jornada consistía en visitar "in situ" las ruinas, así que todos para arriba. El día no era ninguna maravilla, la mañana era fría y acompañada de un molesto regañón que aumentaba la sensación de frío, pero quién dijo miedo. Subimos hasta el solar del castillo y, entre foto y fot, Iñaki nos fue indicando las posibles ubicaciones de puertas, torres y otros elementos del castillo.
Vuelta a la carretera y nos tomamos unos blanquitos para hacer tiempo hasta la hora de la comida.
A las tres, 17 participantes nos fuimos a dar buena cuenta de la potente comida que ya tenía preparada la Marivi. Unos guindillones para abrir boca y el plato fuerte: unos magníficos caparrones de Santurde, no del pueblo de la Rioja, sino de la huerta de Fernando, sita en el término citado. Estaban buenísimos y acompañados de todos los sacramentos reglamentarios: chorizo, morcilla, tocino, rabo y oreja albardada. ¡Que maravilla! Acompañado de un buen vino y de unas gildas suavecitas, las guindillas en aceite superpicantes se las dejamos para Guzmán, que tiene el estómago a prueba de bomba.
Después de la tripada aún quedaba un huequecito para una estupenda leche frita y una ración de tarta de queso.
Un buen café y unos chupitos de pacharán casero acompañaron a la larga y estupenda sobremesa.
Y terminé la tarde con un paseo por el pueblo para bajar un poco tanta comida.
Así da gusto hacer jornadas. Eso de unir cultura y gastronomía es una gozada.
Ahora esperemos que esta jornada sea un primer embrión para la recuperación de una parte tan importante de nuestra historia. Tiempo al tiempo.
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El presidente de la Asociación Cultural presenta al ponente
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Iñaki Sagredo, ponente de las charla |
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Los espectadores muy atentos. |
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Todos para arriba |
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Foto de familia en El Mirador |
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Otra foto con los restos de la Llana de fondo |
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Ya estamos en el solar del Castillo el cual sirve de púlpito pata las explicaciones del experto |
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Nos tomamos unos blanquitos para entrar en calor. |
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Preparados para la gran comilona |
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Todos a la faena |
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