SAN VALENTÍN EN CEREZO

La rosa de Vicente

15 de febrero

Con un día de retraso celebramos a modo cuadrilla el Día de los Enamorados. Yo no es que sea muy dado a estas ostiadas, pero el invierno es largo y cualquier disculpa es buena para cenar con la peña.

Ese día, además, el pueblo presentaba un ambiente estupendo. Por la tarde los bares organizaron una nueva jornada de vinos y pincho, y muchas caudrillas aprovecharon para cenar unos en sus bodegas y otros en La Italiana. Nosotros fuimos de estos últimos. Así que a eso de las once bajamos al restaurante donde había bastante gente. Después de una buena y larga cena con su sobremesa correspondiente, Vicente nos sorprendió a los maridos con una flor para que les alegrásemos la noche a nuestras parejas. Se agradece el detalle.

Ya eran cerca de las dos cuando subimos a La Italiana.2 y aún pudimos disfrutar del espectáculo de rumbas que nos había preparado Esteban. Lo hacían bastante bien y pasamos un buen rato.

Una cervecita más en otro bar, y a casita que ya era hora.

Cenando con la cuadrilla

Cartel de los pinchos y del concierto de rumbas en La Italiana.2