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Ángel con su traje de bautizo |
En una espléndida mañana, que más que de invierno parecía de verano, a la una y media de la tarde ha recibido las aguas bautismales el retoño más joven de Cerezo. Le bautizó su tío cura.
El acto no le vi. Estuve esperando en la Plaza junto a un numeroso grupo de niños que hacían tiempo para recoger las avaricias. Con el tema de las fotos se hicieron un poco de rogar y los chavales se estaban poniendo algo nerviosos, pero como los de ahora no se saben las coplillas que cantábamos antes, no pudieron decir eso de "Bautizo cagao, bautizo, meao, si cojo al chiguillo lo tiro al tejao".
Finalmente empezaron a salir los invitados, los padres y el niño. Pero los más solicitados eran los padrinos que fueron los que echaron mano de las bolsas donde traían las avaricias. Los caramelos y las monedas volaron por doquier y y empezaron las carreras y los amontonamientos buscando esa moneda que volaba o chorrondaba por el suelo. Un buen pisotón y ya no corre más.
Parece que los padrinos fueron espléndidos ya que todos quedaron satisfechos.
Terminado el acto cada uno a sus casa y los celebrantes a seguir con la fiesta.
Desear a Ángel que siga creciendo tan flamenco, un poco menos llorón si es posible.
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Tirso en el bautizo de su quinto |
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Esperando a las avaricias |
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Los felices padres con el recién bautizado |
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La madrina y el padrino |
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Las avaricias |
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