El domingo fui a Tormantos a acompañar a la Rondalla Calceatense en la cual está mi mujer. Tenían actuación después de la misa en la Iglesia de San Esteban.
Es un verdadero placer pasar una horas en este pueblo recordando tiempos no tan lejanos en los que estaba casi todos los días. Y como encima era fiesta, allí me encontré con todos mis conocidos y amigos. Nada más bajarme del coche, Borito y el Chato, que estaban terminando de limpiar el lagar para la próxima vendimia me llamaron y ya me tomé con ellos un clarete y una nueces. Subimos a la Plaza a juntarnos con el resto de la Rondalla y no paré de saludar a conocidos: alumnos, sus padres y paisanos varios, con lo cual el tiempo se me pasó de un escape. Tuve ocasión de ver pasar a la Procesión con unas hermosas tallas de la Virgen del Rosario y de la Virgen Napolitana, patrona del pueblo.Y también tuve tiempo de disfrutar de una cervecita y un pincho de la tierra con mi amigo Tropa y su mujer.
A las dos y pico empezó la actuación, un poco tarde, pero la gente del pueblo respondió muy bien y disfrutaron del rápido y bonito concierto musical. Terminado el acto, y después de las fotos correspondientes, el Ayuntamiento nos invitó a un aperitivo. Aperitivo, que dada su cantidad y calidad se convirtió en comida. Así que para rematar la mañana fuimos al bar que hay en la casa del Ayuntamiento y nos tomamos un café torero.
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