EN RECUERDO DE MIRELLA

Mirella de niña en una representación navideña

Hay sucesos en la vida que difícilmente tienen explicación. El trágico asesinato de Mirella es uno de ellos.Un perturbado, con antecedentes violentos varios, acabó con su vida cuando estaba a punto de cumplir 43 años.El dolor, la indignación, la rabia, la impotencia y otros sentimientos similares invaden todos los corazones de la gente de bien.

Estamos habituados a leer u oír estas dramáticas noticias en los periódicos o en la televisión, y como suceden en lugares lejanos, no las damos la importancia debida. Es cuanto nos toca de cerca cuando nos damos cuenta  de las dimensiones reales de fatal suceso.

Y la rabia da paso a un sentimiento mucho más positivo que es el de solidaridad, apoyo y cariño a la familia, sentimientos que compartimos todos los que les conocemos.

Personalmente a Mirella la conozco de toda la vida, aunque la diferencia de edad ha hecho que el trato haya sido el justo entre dos buenos vecinos.Con la familia sí que he mantenido siempre una muy buena relación, con Gloria, Ricardo, con David menos por la diferencia de edad, mucho más trato con Quique y especialmente con Caito, del que me tengo por un buen amigo. Además del abrazo que les pude  dar en persona, desde estas líneas reitero mi apoyo y afecto, que desgraciadamente es prácticamente lo único que les puedo dar en estos momentos.

El domingo a las siete, en la Iglesia de toda su vida, se la hizo un funeral. En él participo mucha gente que deseaba acompañar a los familiares que estaban presentes.La ceremonia estuvo presidida por Tito, gran amigo de la familia y por Don Resti, su cura de siempre.Palabras de incomprensión por el hecho y sobre todo palabras de consuelo, rotas por un fuerte aplauso que la dedicamos toda la iglesia.

El acto acabó con uno de los cantos más entrañables y sentidos para los cerezanos, dedicado a la Virgen de la Antigua.

Todos comprendemos el durísimo trance que tuvieron que pasar el padre y los hermanos allí presentes, y probablemente lo más adecuado hubiera sido que, acabado el acto, se hubiesen podido marchar a casa. Pero es comprensible los deseos de todos sus amigos y conocidos en darles un sentido abrazo.

Agradecer a los familiares que tuviesen la entereza de permitirnos acompañarles y aquí estamos para lo que se pueda.

MI TÍA JOSE ME HA ENVIADO UNA POESÍA DEDICADA A MIRELLA:
Mirella querida, dulce compañera 
la romería al Convento en Cerezo te espera.
En el autobús de Bilbao 
te está esperando tu madre
y hasta sacó los billetes,
pero tú nunca llegaste.
Tú ya estabas para irte,
tan alegre y tan contenta
sin pensar por un instante
lo que ese día te espera.
Dejaste tu casa
llegaste al portal
cuando un bicho malo
que surge del mal
en tu débil cuello
se vino a posar.
El autobús se marchó
el que te estaba esperando
tú no pudiste llegar
por culpa de aquel malvado;
Bilbao retiene tu marcha
Cerezo sigue esperando.
Bilbao y Cerezo ¿qué tienen de igual?
Bilbao es trabajo, Cerezo amistad.
En estos momentos, todos a la par,
familia y amigos unidos están.
Has sido muy buena amiga
y mejor hija y hermana,
siempre nos diste alegría
nunca estabas enfadada.
Dabas lo mejor de ti,
sin ninguna condición,
ahora te vas para siempre
sin poder decirte adios.
En Bilbao lloran tu muerte,
Cerezo te llora igual
no queremos que te vayas,
pero te toca marchar.
También te lloran las flores,
los pájaros, las estrellas
y tus amigos "llorando"
te dicen: ADIOS MIRELLA.

Jose.