Unas cuarenta personas entre niños y padres se fueron con sus coches a Belorao, allí en la plaza cogieron un tren turístico que les llevo al pueblo de Puras, y a escasos cien metros empezó la visita a las minas. Aunque llovió todo lo que quiso no hubo mayor problemas ya que el tren iba cubierto y las minas lógicamente también eran bajo techo, así que todo controlado.
Fue una visita de los más interesante.
Yo aún no las he visto, espero ir cualquier día de estos.
Resulta curioso que nos hagamos un montón de kilómetros para ver cuatro piedras, y las bellezas que tenemos a dos pasos de casa ni nos molestamos en visitarlas.
Habrá que ir a ver las minas y la cueva que también debe de estar muy bien.
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