¡VIVA SAN VITORES!
28 DE MAYO ROMERÍA AL CONVENTO DE SAN VITORES
Nuestro paisano vuelve a portarse con nosotros de maravilla. Ya el viernes por la tarde y por la noche, aunque hacía algo de frío se estaba estupendamente y la carretera mostraba el ambiente de los días grandes.
A las ocho y pico Igor y sus amigos nos hicieron una demostración de baile en La Pista. Y por la noche tuvimos unos grupo de rockeros de la zona. Para abrir boca no estuvo nada mal.
El sábado amanece un día glorioso. Cielo despejado y una temperatura excelente.
A las 12 un reducido grupo de irreductibles acompañamos la imagen del Santo y a los danzadores de la Iglesia a la Charrera donde le montamos en la fregoneta de Domingo y todos a prepararnos para subir al Convento.
A la una y media tenemos la misa cantada de los días solemnes.
Acabada la ceremonia sacamos al Santo y hacemos una pequeña procesión alrededor del Convento acompañado por los danzadores. Estos completan la mañana con una exhibición de truquiados. Todo muy bien.
La mayoría subimos a nuestro cerro y otros se quedan en los alrededores del Convento.
El cerro presentaba un ambientazo de lujo. Unos cuantos tractores y mucho coche, tanto que no cabíamos todos y hubo gente que se tuvo que poner en una pieza perdida.Cada ves la gente vamos más preparados y parece un campamento todo lleno de jaimas, nosotros tuvimos que estar al testero, pero tiraba un airecillo bueno que hacía que el sol no castigase demasiado. Y a comer: entremeses, chuletas, morcillas, chorizo, careta y otras viandas, todas ellas regadas de buen vino nos dejó el cuerpo de lo más templado.
No me faltó la visita al Pozo de Las Legañas donde cumplí el rito mojándome los párpados con unas gotas de agua, alguno en vez de unas gotitas se mojó bastante más, pero eso es otra historia. El Convento Viejo estaba muy bien presentado ya que lo habían dejado bien limpito unos días antes.
Con el café empezamos los cánticos. Nuestra cuadrilla es una de las fijas y enseguida hacemos corro y se va animando el personal.Mejicanas, jotas, bilbainadas, navarrerías, coplas del lugar... con todo nos atrevemos.
Hacía una tarde tan buena que nos dieron las ocho y aún estábamos dándole a la garganta. Cantamos mucho, mucho y fuerte fuerte, así que acabamos con la garganta averiada.
Una cervecita en el bar de Fresno y a Cerezo. Después de una ducha reparadora a tomar unos vinillos y a cenar a la Senda la Cárcava. Un arroz con almejas y larguísima sobremesa con queimada y chistes a cutiplén.
A las tres volvemos al pueblo y nos quedamos un poquito viendo al conjunto, buena pinta tenía. Enseguida a la cama y dejamos la fiesta para los más jóvenes y los más valiente.
Un día redondo.