Solucionados los problemas con la iluminación de la zona del Castillo, estas navidades ha brillado de una manera especial.
Se han puesto los distintos focos de colorines y ha quedado de lo más chulo. Lástima uno de los brazos de la estrella que no lucía y desdibujaba un poquito la panorámica.
Pasadas las navidades han vuelto los focos normales que también quedan chulísimos. La verdad es que vistos desde la maltrecha carretera Haro-Pradoluengo la vista es preciosa, y eso que con tantos baches y tantos botes no se puede disfrutar como uno quisiera.
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